Una píldora de desahogo de un ciudadano corriente y moliente ante la desidia y el despilfarro institucional

10 septiembre 2016

Finanzas de andar por casa

En su día tuve 3 libretas de ahorro:

La habitual: de la Caja de Ahorros Municipal de Bilbao - Caja de Ahorros Vizcaína - BBK- Kutxabank y dos de La Caixa.

La primera por razones obvias. Ahí me ingresaron mi primera nómina con 18 años. Alrededor de 64.000 pesetas, creo. Me la abrieron mis padres con 16 años.
En fin, la libreta que casi todo el mundo tiene de ámbito local par ahorrar.

Tener 2 tarjetas de La Caixa tuvo su explicación. Había (y hay) cajeros por todo España y una vez que comienzas a viajar de aquí para allá pues si surge un problema puedes acercarte a una oficina y resolverlo.
Y dos cuentas porque una pasó a ser la de movimiento habitual y la otra la destiné a compras por internet. Nunca había ahí más de 10.000 pesetas / 60 euros.

Ahora no tengo ninguna de La Caixa. La última vez que las tuve cobraban 2,90 euros al mes de mantenimiento. Y lo siento mucho, pero claro que el año pasado los bancos y las 2 únicas cajas que quedan declararan más de 6.000 millones de ingresos por mantenimientos y comisiones varias es por algo.

Por supuesto desde hace casi 10 años no tengo tarjeta de débito / crédito alguna. No puedo permitírmelo.

El caso es que para poder comprar por internet me hice con una tarjeta de Paypal y sucedió esto:


Younique Money y sus irregularidades llevaron a revocar el uso de la tarjeta. La verdad es que si el Banco de España fuese tan ágil para el burbujón inmobiliario y desfalcos varios con dinero público otro gallo cantaría…

Y aquí me tienen ustedes con otra tarjeta prepago. Esta vez de Correos. Pero vivir en un pueblo cuya oficina de Correos abre de lunes a viernes 2 horas al día implica no poder hacer recarga a la tarjeta, como podrán imaginarse.


En breve ampliaré esta entrada con otros detalles para que sepan ustedes cómo funciona la cosa.